Soatá Boyacá, A 8º del Escorpión, año LXII N.E.
1º de Noviembre de 2010
REFLEXIONES DE UN GELONG Nº5
EL NACIMIENTO DE LA CONSCIENCIA CRISTICA
“…Vivir completamente la Enseñanza Crística:
es entrar directamente en la Vía de la Realización Espiritual” (1) S: .M:.A:
“Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes de que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo. Y José su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarle secretamente. Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y parirá un hijo y llamará su nombre JESUS, porque el salvará su pueblo de sus pecados… y despertando José del sueño hizo como el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer”. Mt I, 18-24.
Dicen que Dios habla al hombre a través del silencioso lenguaje de los símbolos y hace muchos años le escuche decir a uno de los DISCIPULOS del Sublime Hermano Mayor: “el símbolo vela y devela”, hoy me propongo develar la enseñanza esotérica contenida en forma velada en este pasaje del evangelio de San Mateo.
Los personajes que intervienen son los siguientes: María, José (el hijo de David), el Ángel del Señor, El Espíritu Santo y Jesús.
María: simboliza la materia, lo más denso en cada uno de nosotros, sobre lo cual debemos trabajar perseverantemente para que se manifieste lo Sublime que se encuentra latente, en cautiverio, y que solo espera precisamente que escapemos de la cautividad de la materia, que rompamos las cadenas que nos atan al pasado, para poder lograr esa condición de LIBERTAD que es el estado final del proceso iniciático.
Este símbolo nos esta diciendo que debemos demoler para construir y el Sublime Maestre nos enseña que debemos UNIR – CONSTRUIR – PACIFICAR.
Al Estudiante de Iniciación se nos dice desde el primer día que no hay nada que no pueda ser transformado, se nos dice que debemos trabajar sobre nosotros, apoyándonos en las disciplinas básicas, porque ello nos permitirá trasformar nuestra propia vida y descubrir como va nacimiento, creciendo, y desarrollándose un nuevo modelo de nosotros mismos con un estado nuevo de consciencia que se va acrecentando en el día a día.
El matrimonio en la cultura judía, en la época de Jesús tenia tres etapas: desposorio, compromiso y matrimonio (la unión propiamente dicha); en el proceso iniciático es igual, la primera etapa es el acercamiento a nuestra institución, la segunda es cuando nos comprometemos con ella, en lo administrativo o en lo docente iniciático y la tercera, la unión, cuando nos entregamos con alma, vida y sombrero en pro de la difusión de tan noble ideal.
José (el hijo de David): el pasaje no hace mención a cualquier José, sino al hijo de David, quien además era Justo; ya decíamos en la reflexión anterior que cuando se nos dice: “Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”, se esta significando con ello que es transitando el SENDERO recorrido por los Iniciados Reales como podemos lograr un día el desarrollo de ese estado de Consciencia Superior.
Considero que el José hijo de David, el Justo, al que hace mención el pasaje es el Estudiante de Iniciación Real y con relación al justo en el libro de los Grandes Mensajes encontramos lo siguiente: “Discípulo es el Honorable SAT CHELLAH, a quien se dice: Justo Hermano…” (2).
El Ángel del Señor: es el símbolo del MAESTRO; si bien el trabajo debe ser realizado por cada uno de nosotros, trabajando sobre nosotros mismos, dicho trabajo debe ser direccionado y supervisado por un MAESTRO ,quien nos anima a seguir adelante en el proceso y quien también nos va aplicando el correctivo cuando el caso lo amerita.
En el evangelio de San Mateo Cap. XXIV, 31 dice: “y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta y juntará sus escogidos de los cuatro vientos…” y el capítulo XXIV es precisamente el que habla de la segunda venida del Cristo, este pasaje trae a mi memoria una enseñanza que el Sublime Maestre nos presenta haciendo relación al nombre del continente americano y que dice: “Cuando Alonso de Ojeda pasó por Centro América en 1499 los indígenas de la Costa de Cumara denominaban al continente entero con el nombre de Amérriqua que quiere decir en lengua maya: el país de los vientos.” (3)
Son los DISCIPULOS del Sublime Maestre y los DISCIPULOS de estos quienes vienen sonando las trompetas, primeramente en América y posteriormente en todo el planeta para juntar a quienes han de trabajar por la implantación del quinto Reino Universal.
Las enseñanzas del Maestro, como nos lo enseña José en este pasaje, no generarán ningún cambio en nosotros a menos que se conviertan en vivencias en nuestro cotidiano vivir.
El Espíritu Santo: El Sublime Hermano Mayor nos trasmite que su significado esotérico “es la actividad de la inteligencia” y en el evangelio de San Mateo se nos relata que después de ser bautizado Jesús, descendió sobre Él el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo, es el Espíritu de Dios, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y amor a Dios; me atrevo a cambiar temor a Dios por amor a Dios porque en otra parte del Libro Sagrado, en Isaias XXIX, 13 dice: “y su temor para conmigo fue enseñado por mandamiento de hombres”.
En lo esotérico lo que el pasaje que estamos analizando nos quiere decir es que son los dones del Espíritu los que inician, direccionan, mantienen y culminan el proceso Iniciático.
El pasaje no resalta que el nacimiento se haya dado o no a través de una mujer virgen, en eso se detienen los religiosos, para el Estudiante de Iniciación Real lo que tiene realmente trascendencia es que el resultado final es obra del Espíritu, del Espíritu de Dios que mora en todas y cada una de las manifestaciones de su creación.
Jesús: “…parirá un hijo y llamará su nombre JESUS porque el salvará su pueblo”.
Jesús es la forma griega del nombre Hebreo Josué que quiere decir Dios Salva y para los estudiantes de iniciación es Jhesú el Iniciado Real.
En lo concerniente a la salvación dice el Sublime Maestre, “cuando se habla de salvarse, esto significa únicamente escaparse a su estado; es la elevación de un dominio a otro.” (4)
JESUS – JHESU: es el estado final a alcanzar, resultado de un proceso alquimizante, transformador, que nos va llevando de un estado de consciencia a otro, hasta lograr alcanzar el Estado de Consciencia Crístico.
Como Estudiantes de Iniciación Real, en forma consciente debemos trabajar, lo más denso en cada uno de nosotros, en lo físico, emocional y mental , con un propósito eminentemente Espiritual, guiados por un Maestro ,a fin de lograr despertar el Estado de Consciencia Crístico que se encuentra latente en cada uno de nosotros.
Y como Estudiantes de Iniciación Real, tenemos una única misión, el encargo es el mismo para todos, y cada uno de nosotros, desde el nivel en que se encuentre debe trabajar con un único objetivo, ser multiplicadores de la Enseñanza Iniciática.
Entre nuestros deberes primarios tenemos los siguientes:
- Colaborarles a nuestros MAESTRES en su Sagrada Misión: implantar en la humanidad el quinto Reino Universal.
- Sacralizar los lugares, primeramente aquellos en donde nos reunimos a compartir experiencias: Centros de estudios, Escuelas Pre Iniciaticas e Iniciaticas, Pre Cámaras y Cámaras Iniciáticas.
- Consolidar el trípode sobre el cual se sustenta nuestra institución: Disciplina, Escolaridad, y Ceremonial.
Sigamos Adelante… haciendo del SERVICIO algo tan natural como respirar y algo tan vital como el aire.
Gelong, Euclides Hernández Gamarra
1. RAYNAUD DE LA FERRIERE, Serge. Los Grandes Mensajes (1958). Cuarto mensaje, La Señal Divina. P. 310, 1a.Ed. GFU
2. RAYNAUD DE LA FERRIERE, Serge. Los Grandes Mensajes (1958). Apéndice Informativo. P. 471, 1a.Ed. GFU
3. RAYNAUD DE LA FERRIERE, Serge. Yug Yoga Yoghismo (1980). P. 189. 1a.Ed. Editorial Diana.
4. RAYNAUD DE LA FERRIERE, Serge. Los Grandes Mensajes (1958). Cuarto mensaje, La Señal Divina. P. 308. 1a.Ed. GFU
Todas las referencias Bíblicas son tomadas de la Santa Biblia. Reina Valera. Revisión 1909
3. RAYNAUD DE LA FERRIERE, Serge. Yug Yoga Yoghismo (1980). P. 189. 1a.Ed. Editorial Diana.
4. RAYNAUD DE LA FERRIERE, Serge. Los Grandes Mensajes (1958). Cuarto mensaje, La Señal Divina. P. 308. 1a.Ed. GFU
Todas las referencias Bíblicas son tomadas de la Santa Biblia. Reina Valera. Revisión 1909